domingo, 23 de mayo de 2010

Suicidas

En el mundo, existen mucha gente pero pocas personas. Últimamente sólo nos hemos preocupado por seguir un estereotipo, una manera igualitaria de vivir y de ser, es interesantemente estúpido vernos a un espejo y desperdiciar el tiempo observando lo que combine o no, lo que criticamos al mundo y no cambiamos nosotros… O peor aún denotando nuestro desencanto hacia nuestro mismo ser. Dios dijo; ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’, lo que aún no hemos caído en cuenta que son sólo palabras de autoayuda al interesado en leerlas.

Y… ¿Qué es la raza humana actualmente? Es un fenómeno en extinción absoluta, mucho más dramático y letargo que el meteorito que acabó con los dinosaurios. Sólo somos un plástico con emociones reciclables incapaces de renovar nuestra inteligencia. Vivimos para ellos, pero no vivimos para nosotros, vivimos para orar, pero no para sentarse a soñar; dícese que vivimos para prosperar, pero ahora somos como un virus que crecemos, matamos y nos multiplicamos.

Somos asesinos por naturaleza, somos hipócritas por asociación, somos creyentes en busca de auxilio, somos imbéciles que aún buscamos la brújula de nuestro camino. Muchos consideramos que Cristo es la vía hacia la salvación, que con golpes de pecho llegaremos al paraíso, buscamos un puñado de bendiciones para un progreso, pero sólo logramos acabar en el mismo meollo del asunto.

Cómo seres humanos, ¿Qué valía tiene no actuar como predicas?, ¿Qué impresión tienes de ti mismo al ser lo que callas? ¿De qué vale buscar una fe de comunión si serás la masa que acabe contigo mismo?

Como ser humano ya no somos mamíferos, ahora somos depredadores, capaces de acabar con un pueblo natural entero en busca de expandir la civilización material, es por ello que nos extinguimos, es por eso que morimos en busca de un ideal, es porque somos todo y a la vez somos nada, porque si se extinguiera la especie humana, en términos ecológicos realmente es, indiferente.

Bien podría la naturaleza ser nuestro Dios, tiene el poder de destruir y dar vida aunque no tenga como defenderse de su mayor creación, el hombre. Este ser como típico prototipo, en busca de llenar su ego por sociedad… En ser, lo que la gente de hoy en día ya es.

Para sorpresa mía, mientras más busco un aprecio a la humanidad en que hoy vivimos, menos cariño me inspiran las personas en particular, así con sus ensayos ridículos y novelas diarias en preparación, con sus inventos que no llevan algo próspero y satisfactorio sino que son sólo para alimentar la curiosidad, ese tipo de personas que buscan alguien a quien seguir sin darse cuenta que son el mejor líder, personas que buscan seguridad en sí mismo y lo encuentran en una hipótesis divina.

“Somos los más grandes consumidores y sin embargo, nadie nos consume” ya no aportamos nada a nuestra especie, así estemos en peligro de extinción, aunque increíble que sea… Cuando los hombres escupen al suelo, se escupen a si mismos.