sábado, 1 de mayo de 2010

Bridget quería morir.

... Mientras tanto, siempre esta presente.
Es un insulto al aire para que el mundo entendiera:
'Cuidado caballeros, que aquí hay trampa'.

¿Qué tanto mal te hace?
Eres tanto el resultado como las variables de una expresión es de tipo numérico (y sus derivados); estudias la composición y descomposición de cada mal jugada.
Así, como la aritmética básica es como te modificas.

Así como otras, tú eres como muchas.
Queridísima Bridget, queridísima prototipo, queridísimas todas las demás.
¿De qué quejarse de lo que obtienes?
Si así mismo tienes lo que eres.

A tí muchas te aclaman fanatismo, ese fanatismo que destruye mentalidades, destroza crecimientos y quema personalidades.
Superficialidades... Un mal trago, horrible, terrible, destructivo, ejemplo a seguir.
Pero, ¿qué pasa con eso?
Vale lo que eres.
Un coeficiente en 0.

Un último grito de esperanza se pierde en el giro de tu ser,
una manera de andar, de ser, de coexistir es la post-salvación que le puedas dar a tu mundo.
Pero, ¿Qué demonios?
No tienes mundo, significaría mucha ilusión de tu parte.

"Lo triste, lo malo y lo feo" todo apunta a un mismo vicio... TÚ.
¿De qué funciona que, 'lo chic' del momento es ser una Bridget?
Si al fin y al cabo es un mal pesar para la humanidad y para ti misma.