martes, 11 de mayo de 2010

L'amour innovación.

Entre las voces palpables de los sentimientos lacónicos está de permiso definición.
La estrategia romántica como manera de dominación 'sentimiendo->acción' esta solo de pasadita por las circunvalaciones latentes de un
'Te quiero' y va apretujadito con la emoción de un sol confortable que lleva tu sonrisa. La noche se vuelve día, constantemente en clave de atardecer, van caminito por tu rostro; de luceros ardientes, de esbocada sonrisa y de amante florecer; así pasan las cortas horas en el mundo "TÚ".

Ejerce un
sol naciente cuando tus pupilas estan cubiertas en línea horizontal; en alto y claro lleva el apuradito que caracteriza la impaciencia, la intriga y la espera se hacen enemigas hasta que se escucha un 'Do' en bosquejo. Ya puedo empezar a ser felíz. Pasan los 260 minutos para estar en píe, un hacer por aquí, un por hacer por allá, un 'pendiente' que esta pendiente, un trayecto que no para hasta que esta escala termine su octava.

Se perpleja una
repetitiva emoción que engaña a tu suelo, sigues paso a paso un camino que no para, una aceleración estática, que al bañarte un poco de mi sol, todo está mejor. Conllevas la marea del vaivén de mis ánimos, que te abriga y calienta como un '¡Buenos días mi amorcito!'.

Al swing que llevas es malévolo para mi gusto propio. Una fijación de tan siquiera un poquito de tí y el mundo en inverso se torna... 'Un, dos... Tres, un un' son juramentos mágicos que hechizan y desenpolvan impresiones jamás descubiertas por el hombre. -Astucia: es tu café matutino.-

Es, atevido conocer tus
fallas simétricas; a largo plazo es comprensible que la fusión extrasensorial no es congujada debidamente, la característica ausente es la validación de que no eres más que un pedacito de SOL andante, vivo, expuesto, amante, soñante, tajante.

La cita de lo dicho-hecho, '
La vida te dá, el mejor perfúme en el frasquito más chiquito.' es decir, el mundo se remonta a solo ser una mínima extensión de tierra. SI en un tal caso, te ves dando vueltas en tu propio eje, es más que suficiente.

Así, retornando a casa, yo te miraré como último reojo del día y desde el lugar más alto de tu imaginación una sonrisa cálida le dedicarás a este crepúsculo enrojecedor que será lo que te donaré al final de mis sentimientos. -Amanecerá temprano...-